La imagen del Buda siempre ha sido símbolo inspirador de autosuperación, vitalidad y sentimientos nobles. Sus párpados entornados son símbolo de concentración espiritual y de pureza, la sonrisa esbozada en el rostro sereno representa el equilibrio y serenidad propios de un ser iluminado, los lóbulos alargados de las orejas aluden a la capacidad de escucha, grandeza, nobleza y sabiduría y el peinado en moño o protuberancia en la coronilla, símbolo de meditación, vida espiritual concentrada y sabiduría.
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